La realización regular y sistemática de una actividad física ha demostrado ser una práctica sumamente beneficiosa en la prevención, desarrollo y rehabilitación de la salud, así como un medio para forjar el carácter, la disciplina, la toma de decisiones y el cumplimiento de las reglas beneficiando así el desenvolvimiento del practicante en todos los ámbitos de la vida cotidiana.
Hoy en día esta visión ha sido aceptada por muchos, sin embargo, a lo largo del tiempo, ha tenido sus períodos de auge y regresión.
La practica deportiva no se limita solamente a los atletas de elite, deportistas de alto rendimiento, gente joven, etc. Todo ser humano puede y debería realizar alguna actividad deportiva acorde a sus necesidades y sus posibilidades físicas. Por supuesto que previo a ese paso, obligatoriamente debemos consultar a un medico, se tenga la edad que se tenga, quien determinará, luego de los chequeos de práctica, que tipo de ejercicio estamos en condiciones de realizar o si lo que teníamos en mente efectuar es recomendable o no.
La Cultura Física se desarrolla junto a la transición histórica que vive el hombre a través de las diferentes civilizaciones, marcado por la necesidad de este hombre en adquirir habilidades que le garanticen salud, bienestar y destreza, su evolución está influida por la cultura a la que pertenezca y por la interacción del mismo con la sociedad, mientras mas se construían edificaciones y los pueblos pasaban a ser ciudades mas se necesitaba de la comunicación entre las mismas ya fuera por mar o por tierra, todo ello requería de hombres con aptitudes.
Debemos destacar que en Roma se produce una ruptura entre los ejercicios atléticos y los ejercicios higiénicos, los jóvenes romanos solo frecuentaban el anfiteatro como espectadores dejando estas prácticas en manos de profesionales que eran reclutados en los pueblos bárbaros, ellos concebían el deporte como parte del entrenamiento militar y no su utilidad en el tiempo libre como juego, es decir, no se explotó el aspecto lúdico del mismo.
Los romanos no creían en la belleza y simetría del cuerpo, ni en la armonía o el desarrollo equilibrado del organismo, se enfatizaba en la violencia del juego, el derramamiento de sangre y hasta la muerte de los gladiadores, sin embargo se cultivaba al mismo tiempo el respeto por el honor de los que competían. En el plano médico fue Galeno quien determinó la importancia de tomar el pulso así como relacionarlo con la actividad física de forma coherente, el junto a Asclepio, Esculapio para los griegos, constituyen los máximos exponentes de la medicina en esta sociedad.